DIA 4
“La salud es la mayor riqueza.”
VIRGILIO (70 A.C. – 19 A.C.)
POETA ROMANO
La salud es lo más valioso que tenemos en la vida, sin embargo, más que con ninguna otra
cosa, es fácil que consideremos que tener salud es normal. Para muchos, el único momento en
que pensamos en nuestra salud es cuando la perdemos. Entonces nos damos cuenta de que:
sin salud, no tenemos nada.
Hay un proverbio italiano sobre la salud que nos va como anillo al dedo a muchos de nosotros:
«El que goza de buena salud es rico, aunque no lo sepa». Aunque rara vez pensamos en
nuestra salud cuando estamos bien, habrás experimentado lo ciertas que son estas palabras
cuando has tenido algún mal menor, como un resfriado o una gripe, y has tenido que quedarte
en la cama. Cuando no te encuentras bien, lo único que deseas es sentirte mejor, y lo único
que te importa es recuperar tu salud.
La salud es un regalo de la vida; es algo que recibes y que continúas recibiendo, cada día.
¡Además, de todo lo que hagamos para estar sanos, hemos de estar agradecidos por nuestra
salud para recibir más salud!
Recuerda:
“A quienquiera que tenga gratitud (por la salud) se le dará más, y tendrá en abundancia. A
quienquiera que no tenga gratitud (por la salud), incluso lo que tenga, le será arrebatado.”
Puede que conozcas personas que tenían un estilo de vida saludable, y aún así han perdido su
salud. Dar gracias por la salud que estás recibiendo es vital. Cuando estás agradecido por tu
salud, no sólo conservas tu salud actual, sino que al mismo tiempo pones en marcha la magia
para aumentar el flujo de salud hacia ti. También empezarás a ver que la mejoría en tu salud
se produce de inmediato. Los pequeños achaques, lunares, cicatrices o marcas empezarán a
desaparecer mágicamente, y observarás un notable aumento en tu energía, vitalidad y
felicidad.
Como aprenderás más adelante en un ejercicio, mediante la práctica diaria de la gratitud por tu
salud, puedes mejorar tu vista, oído, y todos tus sentidos, junto con cada una de las funciones
de todo tu cuerpo. ¡Y todo ello sucede por arte de magia!
“La gratitud es una vacuna, una antitoxina y un antiséptico.”
JOHN HENRY JOWETT (1864–1923)
PREDICADOR PRESBITERIANO Y ESCRITOR
El grado en que sientas agradecimiento por tu salud será el grado justo en que ésta mejorará
mágicamente, y el grado en que no sientas agradecimiento por tu salud, será justamente el
grado en que ésta disminuirá. Vivir con una salud reducida significa que tu energía, vitalidad,
sistema inmunitario, claridad de ideas y todas las demás funciones corporales y mentales
están debilitadas.
Estar agradecido por tu salud te garantiza seguir recibiendo más salud por la que estar
agradecido, y al mismo tiempo elimina tu estrés y tensión corporal y mental. Las
investigaciones científicas han demostrado que el estrés y la tensión son la causa de muchas
enfermedades. Los estudios también han revelado que las personas que practican la gratitud
se curan más rápido, ¡y es más probable que vivan siete años más!
Tu estado de salud actual te indica el agradecimiento que has sentido hasta ahora. Cada día te
has de sentir increíblemente bien. Si te sientes pesado y la vida te supone un verdadero
esfuerzo, o si no te sientes más joven de la edad que tienes, es porque tu salud ha disminuido.
Una de las principales causas de esta pérdida de vitalidad es la falta de gratitud. Sin embargo,
todo esto está a punto de cambiar, ¡porque vas a utilizar el poder mágico de la gratitud para la
salud de tu cuerpo!
Empieza el ejercicio de la Salud Mágica leyendo detenidamente los siguientes párrafos sobre
la salud de tu cuerpo. Después de leer cada frase en cursiva correspondiente a una parte
concreta de tu cuerpo, cierra los ojos y repite mentalmente la frase, sintiendo todo el
agradecimiento que puedas por esa parte de tu cuerpo. Recuerda que cuando piensas en por
qué estás agradecido, te ayudará a sentir la gratitud con mayor profundidad, y cuanto más
profundo la sientas, antes notarás y verás los extraordinarios resultados en tu cuerpo.
Piensa en tus piernas y pies; son el principal medio de transporte en tu vida. Piensa en todas
las cosas para las que usas las piernas, como mantener el equilibrio, ponerte de pie, sentarte,
hacer ejercicio, bailar, subir escaleras, conducir un coche, y lo más importante, el milagro de
andar. Tus piernas y pies te permiten caminar por tu casa, ir al cuarto de baño, ir a la cocina
para beber algo, y caminar hasta tu coche. Tus piernas y tus pies te permiten andar por las
tiendas, por las calles, por los aeropuertos y por la playa. ¡La capacidad de caminar nos da
libertad para disfrutar de la vida! Di gracias por mis piernas y por mis pies, y siéntelo de
verdad.
Piensa en tus brazos y manos, y en cuántas cosas puedes agarrar y sostener en un día. Tus
manos son la principal herramienta de tu vida, y las estás usando sin parar durante todo el día.
Tus manos te permiten escribir, comer, utilizar el teléfono o el ordenador, ducharte, vestirte, ir
al baño, agarrar cosas y sostenerlas, y hacerlo todo por ti mismo. Si no pudieras utilizar las
manos serías una persona dependiente de que los demás te hicieran las cosas. Di ¡gracias por
mis brazos, mis manos y mis dedos!
Piensa en tus increíbles sentidos. Tu sentido del gusto te da mucho placer varias veces al día,
cuando comes y cuando bebes. Cuando pierdes el sentido del gusto durante un resfriado, la
dicha de comer y de beber desaparece al no poder saborear la comida o la bebida. Di
¡gracias por mi increíble sentido del gusto!
Tu sentido del olfato te permite experimentar las deliciosas fragancias de la vida: flores,
perfumes, sábanas limpias, la cena cuando se está cocinando, el fuego de la chimenea en una
noche de invierno, el aire de un día de verano, la hierba recién cortada, el olor a tierra después
de la lluvia. Di ¡gracias por mi maravilloso sentido del olfato!
Si carecieras del sentido del tacto, no distinguirías el calor del frío, lo blando de lo afilado, lo
suave de lo áspero. Nunca podrías palpar los objetos o expresar físicamente el amor o
recibirlo. Tu sentido del tacto te permite tocar a tus seres queridos cuando les das un abrazo
tranquilizador, y sentir el tacto de la mano entre los seres humanos es una de las cosas más
valiosas de la vida. Di ¡gracias por mi valioso sentido del tacto!
Piensa en el milagro de tus ojos, que te permiten ver los rostros de tus seres queridos y
amigos, leer libros, periódicos y correos electrónicos, ver la televisión, contemplar la belleza de
la naturaleza, y lo más importante, ver tu paso por la vida. Véndate los ojos tan sólo una hora,
intenta hacer lo que haces normalmente y apreciarás tus ojos. Di ¡gracias por mis ojos que me
permiten verlo todo!
Piensa en tus oídos, que te permiten oír tu propia voz y la de otras personas para poder
conversar. Sin los oídos y tu sentido del oído no podrías llamar por teléfono, escuchar música,
la radio, oír hablar a tus seres queridos o escuchar ningún sonido del mundo que te rodea. Di
¡gracias por mi sentido del oído!
Y utilizar cualquiera de tus sentidos sería imposible sin tu cerebro, ¡que procesa más de un
millón de mensajes por segundo a través de todos los sentidos! En realidad, es tu cerebro el
que te permite sentir y experimentar la vida, y no hay ninguna tecnología informática en el
mundo que pueda duplicarlo. Di ¡gracias por mi cerebro y mi hermosa mente!
Piensa en los billones de células que trabajan incansablemente 24 horas 7 días a la semana,
para tu salud, tu cuerpo y tu vida. Di ¡gracias células! Piensa en tus órganos vitales, que están
filtrando limpiando y renovándolo todo constantemente en tu cuerpo, y piensa en que hacen
todo su trabajo automáticamente sin que tan siquiera tengas que pensar en ello. Di ¡gracias,
órganos, por trabajar perfectamente!
Pero el más milagroso de todos los sentidos, sistemas, funciones o cualquier otro órgano de tu
cuerpo, es el órgano del corazón. El corazón dirige la vida de todos los otros órganos, porque
es el corazón el que hace que la vida siga fluyendo en todos los sistemas corporales. Di
¡gracias por mi corazón fuerte y sano!
Luego toma una hoja o una ficha, y escribe en ella en letras grandes y en negrita:
EL DON DE LA SALUD ME MANTIENE CON VIDA.
Hoy lleva contigo la ficha y ponla en un lugar donde puedas verla a menudo. Si trabajas en un
despacho, ponla delante de ti. Si eres conductor, ponla en un lugar en tu coche o camión
donde puedas verla con frecuencia. Si estás en casa la mayor parte del tiempo, ponla donde te
lavas las manos o cerca del teléfono. Elige un lugar donde sepas que verás muchas veces lo
que has escrito.
Hoy, al menos en cuatro momentos distintos, cuando veas las palabras léelas muy despacio,
palabra por palabra, y siente todo el agradecimiento que puedas por el regalo de tu salud.
Estar agradecido por la salud es esencial para conservar tu salud, pero también para
garantizar que seguirá mejorando, con más energía y entusiasmo por la vida. Si la gratitud se
usara conjuntamente con los tratamientos médicos convencionales, veríamos una revolución en
el ámbito de la salud, e índices de recuperación y milagros como nunca habríamos visto antes.
EJERCICIO MÁGICO NÚMERO 4
Salud Mágica
- Repite los pasos del uno al tres del Ejercicio Mágico Número 1 – Enumera Tus Bendiciones.
Haz una lista de diez bendiciones. Escribe por qué estás agradecido. Relee tu lista, y al
final de cada bendición di gracias, gracias, gracias, y siente tanto agradecimiento por esa
bendición como te sea posible.
2. Escribe en una hoja o en una ficha estas palabras:
EL DON DE LA SALUD ME MANTIENE CON VIDA.
3. Pon la hoja con tus palabras escritas en un lugar donde hoy puedas verla con frecuencia.
4. Lee las palabras muy despacio, al menos cuatro veces, y ¡siente todo el agradecimiento
que puedas por el precioso don de la salud!
5. Antes de irte a dormir, toma tu Piedra Mágica en la mano y di la palabra mágica, gracias,
por lo mejor que te haya sucedido durante el dia.
MEDITACION PARA HOY