Pon a Dios en acción en toda situación | Saint Germain
El estudiante debería entender que toda condición a la que él se enfrenta en el mundo externo le devuelve las cualidades que él le asigna —de allí la necesidad de ver, reconocer y sentir únicamente a Dios en Acción en toda situación. La Gran Ley, cuando se centra en cierto punto de Actividad, siempre encuentra la manera de lograr algo que se requiere para un propósito dado. El motivo es siempre el juez detrás de toda actividad externa.
Los estudiantes deben estar absolutamente seguros de que no hay odio, chisme, crítica o condenación de lo externo que pueda hacerles daño realmente. Si, al concientizarse de tales cosas, reconocen que lo único que hay es Dios en Acción, entonces trasmutarán la condición y dicha fuerza será utilizada para su propio beneficio.
Igual ocurre con la fuerza descargada por el odio. Está siendo constantemente recalificada y reorientada a fin de ser utilizada para bien. Cuando se libera una fuerza, ésta no es ni buena ni mala; es simplemente energía que puede ser dirigida. La fuerza siempre es calificada por la conciencia o individuo que la utiliza.
En esos casos en que a los estudiantes se le ha enseñado que la gratificación de los deseos inferiores es una necesidad, al abandonar el cuerpo se encuentran con Aquellos que tienen el conocimiento correcto, y quienes corrigen dicha idea y ofrecen la ayuda necesaria. La conciencia humana o externa es terriblemente testaruda.
Cuando uno abre a los deseos inferiores, la puerta se abre. La actitud correcta es la de declarar o afirmar constantemente que únicamente la Presencia de Dios actúa en y alrededor de uno. Una poderosa Afirmación protectora es: «El Magno Jesucristo Ascendido en mí, que es la Perfección de Dios en acción, es mi Protección, mi Defensa y mi Liberación de todo aquello que sea indeseable.» Cuandoquiera que uno se coloca fuera de la Armonía de Dios, se establece un movimiento interno que podrá fluir durante horas o días después sin que el individuo esté consciente de lo que se inició como resultado de ello.
El hombre tiene que entender que el único causante de todo en la propia vida y mundo es uno mismo. Nada abre la puerta más fácil y rápidamente que el resentimiento y la irritación. Muy a menudo se malinterpretan las expresiones utilizadas, poniendo así en movimiento corrientes cruzadas que son totalmente innecesarias. Cuandoquiera que desees entendimiento, utiliza siempre, «En mí solo está la Mente Perfecta de Dios». No hay excusa para incurrir en palabras o discusiones acaloradas al tratar de lograr la comprensión. La obediencia es una de las cosas esenciales en la Vida. Si no le obedecemos a lo pequeño, tampoco podemos obedecerle a lo grande. El amor es la cosa más maravillosa en el Mundo, ¡y es el Poder del Universo!
Nunca dejen de utilizar: “¡Las personalidades no existen! ¡Lo único que hay es Dios en acción por doquier! “¡YO SOY la única “Presencia” que actúa!”
Permítanme volver a exhortarlos a todos y cada uno de ustedes, en cuanto á que cuando les venga un pensamiento perturbador, lo saquen de la mente inmediatamente y no lo acepten ni le permitan que comience a girar acumulando un momentum. En vez, digan: «¡Fuera de aquí! En mi vida, hogar y asuntos sólo está Dios y Su Actividad Perfecta.» Mantengan su ritmo de trabajo reconociendo que, «¡Aquí no hay personalidades! ¡Lo único que hay es Dios en Acción presente en todas partes!» Esta es una forma positiva, reconocimiento y aceptación de la Magna “Presencia de Dios”, por más que no tengan la atención puesta sobre el pensamiento de Protección.
¡Oh “Magna Majestuosa Presencia YO SOY”, Dios en Acción! Damos gracias y alabanzas por la plenitud de Tu Perfección que se manifiesta por todas partes. De la plenitud de Tu Vida surge el Río de Paz que fluye por siempre para envolver al género humano. Haz de estos Tus Hijos cada vez más abundantemente receptivos a Tu Presencia. Sostén su atención fija sobre Ti, ya que Tú eres la única Felicidad Eterna. Que Tu Sabiduría llene por siempre sus mentes, dirigiéndolos en la Manera Perfecta con que Tú deseas que ellos se desenvuelvan. Permíteles SENTIR Tu Majestad en sus conciencias. Permíteles estar conscientes de que Tú los estás sosteniendo dentro de Tu Círculo Mágico centrado dentro de tu Corazón; de que Tu Perfecta Corriente de Vida fluye a través de las mentes y cuerpos de estos Tus Hijos; y sostén la atención de ellos siempre fija en Ti.
Tomado del libro: Instrucción de un Maestro Ascendido – Saint Germain